viernes, 23 de octubre de 2015

Fraude e Impunidad en el Partido de La Costa

Fraude e impunidad en La Costa.


Estamos a pocas horas de una elección importantísima para nuestro futuro.
En este acto ciudadano compiten dos grandes grupos, uno oficialista del FPV que estuvo en el poder durante 25 años y otro, opositor, con la sana intención de renovar a las autoridades para modificar y actualizar el gobierno del distrito.

Estos actos deben ser claros y respetuosos de las normas, tal como lo marca la constitución y la filosofía de la democracia.
Sin embargo en estos últimos años se ha modificado el sentido de esta forma de gobierno; deja de ser un acto consciente analítico y responsable buscando lo mejor para toda la comunidad para transformarlo en una lucha individual y descarnada por el poder.
Esto implica el abandono total de la razón y abre paso a la violencia o a las ilegalidades.

Abandonemos la pasión y analicemos, pensemos qué ha ocurrido con el lamentable suceso con 6 personas (tres menores) que entregaban boletas “truchas” ensobradas a domicilio con el faltante de la hoja perteneciente al candidato opositor a intendente, Dr. Marcos “Cotoco” García.

Lean con atención que no tiene desperdicio:

Laurita Verón es una joven madre de un niño de 10 años que fue retenido por la autoridad policial cuando repartían boletas truchas destinadas al Fraude Electoral en nuestro distrito, excluyendo a un candidato al cargo de Intendente.

La queja que expresa con máxima voz es que “su bebé estuviera más de 3 horas en la comisaría mientras aquellos que les habían encomendado el trabajo no los sacaron de la comisaría”
Del texto de la joven mujer se desprende con total claridad:

            -      Sabía que su hijo estaba cometiendo un delito.

            -       Como los que le habían “contratado” eran gente del Gobierno Municipal actual asumió que era impune,  O SEA QUE NO LES CABRÍA PENA O CULPA ALGUNA por su condición de agentes municipales.

           -         Los agentes municipales involucrados en los dichos de Laurita Verón fueron Adrián González  y Julio Bainotti a los que responsabiliza por haber dejado en la comisaría a su hijo de 10 años. Pareciera que existiera en este caso una “patria potestad delegada”  a dos extraños ajenos a su grupo familiar sin vínculo sanguíneo aparente.
Obviamente es una violación a las obligaciones de la patria potestad que debería ser valorada por un juez de familia. 



-    No siente remordimiento ni responsabilidad sobre el delito que su hijo fue condicionado a cometer; los inductores del delito fueron no sólo los agentes municipales mencionados  por la dicente “ut supra”,  sino también la madre por haber participado personalmente en la negociación por la remuneración (TODAVÍA ESTAMOS ESPERANDO LOS 1000 PESOS QUE NOS PROMETIERON).
   -    Se queja además por lo exiguo del premio habitual (bolsas de comida que no ayudan) y por el premio complementario presumido o prometido (Orozco y Chirino van a querer ahora arreglarme con dos chapas mugrientas).

Estas consideraciones son tomadas directa y fielmente de lo declarado espontáneamente y sin presiones por parte de Laurita Verón. Sus afirmaciones son tan concisas y claras que impiden otra interpretación.


Foto de las boletas truchas ensobradas listas para la entrega.


Como consecuencia de estas afirmaciones quedan excluidos otras personas acusadas en segunda instancia de la agresión de la que fuera única responsable la dicente. Si tuviera que titular las inconductas de esta joven mujer lo haría como:

       Agresión y heridas leves a un ciudadano.
    Violación a sus deberes que le impone la patria potestad.
    Asociación ilícita para cometer fraude electoral.
    Autora/partícipe necesario para la comisión de fraude electoral
    Extorsión de funcionarios en pos de beneficios económicos particulares
 compensatorios.
    Reclamo de “honorarios” por servicios prestados.
    Reconocimiento específico de militancia partidaria como justificativo de su  accionar y posterior reclamo de impunidad.


Este domingo habrá elecciones, en las que participarán ciudadanos respetuosos de las normas legales y morales, y otros que las ignoran por completo.

Usted deberá decidir en qué sociedad quiere vivir.